5 Formas de Gestionar Expectativas en el Trabajo Remoto

Autoevaluación honesta: Reflexiona sobre tus fortalezas, debilidades y áreas de experiencia para tener una comprensión clara de tus capacidades y limitaciones. Sé honesto contigo mismo sobre lo que puedes y no puedes lograr en un período de tiempo determinado.
Comunicación proactiva: Inicia conversaciones con tu equipo o superiores para discutir tus capacidades y limitaciones personales de manera clara y transparente. Expresa tus preocupaciones y puntos fuertes para establecer expectativas realistas sobre lo que puedes contribuir.
Establecer límites: Define claramente tus límites en cuanto a la carga de trabajo, la disponibilidad y las expectativas de rendimiento. Comunica tus necesidades y restricciones de manera que se respeten y se tengan en cuenta al asignar tareas y establecer plazos.
Buscar apoyo cuando sea necesario: No tengas miedo de pedir ayuda o buscar recursos adicionales si te encuentras con desafíos que están fuera de tu alcance. Reconoce tus limitaciones y busca soluciones colaborativas para abordarlas de manera efectiva.

Definir objetivos claros y alcanzables: Colabora con tus superiores y colegas para establecer objetivos específicos y realistas que reflejen tus capacidades y el alcance del trabajo asignado. Asegúrate de que estos objetivos sean claros, medibles y alcanzables en el tiempo establecido.
Negociación de plazos: Si los plazos propuestos son poco realistas, comunica tus preocupaciones y explora la posibilidad de ajustarlos para que sean más alcanzables. Propón alternativas y compromisos que permitan cumplir con las expectativas sin comprometer la calidad del trabajo.
Acuerdo mutuo: Llega a un acuerdo mutuo con tus superiores y colegas sobre los plazos y las metas establecidas, asegurándote de que todos estén en la misma página en cuanto a lo que se espera y lo que se puede lograr en un período determinado.
Reevaluación periódica: Realiza revisiones periódicas de tus metas y plazos con tus superiores y colegas para evaluar el progreso y realizar ajustes según sea necesario. Mantén una comunicación abierta y transparente sobre cualquier cambio en las expectativas o circunstancias que puedan afectar el cumplimiento de los objetivos.

Buscar retroalimentación constructiva: Solicita feedback regularmente a tus superiores, colegas y clientes sobre tu desempeño y contribución en el trabajo remoto. Pide comentarios específicos sobre tus fortalezas, áreas de mejora y cualquier ajuste necesario en tus tareas o procesos.
Aprovechar oportunidades de aprendizaje: Utiliza el feedback recibido como una oportunidad para aprender y crecer profesionalmente. Identifica áreas en las que puedas mejorar y busca recursos o capacitación adicional para desarrollar tus habilidades y competencias.
Implementar cambios basados en el feedback: Toma medidas concretas para implementar los cambios sugeridos en función del feedback recibido. Ajusta tus enfoques, procesos o comportamientos según sea necesario para abordar las áreas de mejora identificadas y mejorar tu desempeño en el trabajo remoto.
Seguimiento del progreso: Haz un seguimiento regular de tu progreso y evolución en función de las recomendaciones recibidas. Evalúa tus mejoras a lo largo del tiempo y continúa solicitando feedback para garantizar que estés en el camino correcto hacia tus metas y objetivos.

Comunicación transparente: Mantén a tus compañeros de equipo informados sobre tu progreso en las tareas asignadas y cualquier cambio relevante en tus responsabilidades o circunstancias. Utiliza herramientas de comunicación colaborativa, como correos electrónicos, chats de equipo o actualizaciones de estado, para compartir información de manera transparente y oportuna.
Establecer expectativas de comunicación: Define expectativas claras sobre cómo y cuándo comunicarás tu progreso y cualquier cambio significativo en tu trabajo. Asegúrate de que todos estén al tanto de los canales de comunicación utilizados y los plazos para las actualizaciones regulares.
Solicitar retroalimentación: Invita a tus compañeros a proporcionar retroalimentación sobre tu trabajo y cualquier cambio que afecte al equipo. Promueve un ambiente de colaboración y apertura donde todos se sientan cómodos compartiendo comentarios y contribuyendo al éxito del equipo.
Reuniones de seguimiento: Programa reuniones regulares o actualizaciones de equipo para discutir el progreso del trabajo, compartir información importante y abordar cualquier problema o cambio que pueda surgir. Utiliza estos encuentros como una oportunidad para sincronizar esfuerzos, alinear expectativas y mantener a todos en la misma página.

Definir roles y responsabilidades: Trabaja con tu equipo para definir claramente los roles y responsabilidades de cada miembro en el trabajo remoto. Establece quién es responsable de qué tareas, quién debe ser consultado para decisiones específicas y cómo se distribuirán las responsabilidades en el equipo.
Documentar las expectativas: Documenta las expectativas de roles y responsabilidades en un documento compartido o un acuerdo de equipo para que todos tengan acceso a la información de referencia. Especifica claramente las funciones de cada miembro del equipo y los resultados esperados para evitar malentendidos o confusiones.
Revisar y ajustar según sea necesario: Revisa regularmente los roles y responsabilidades del equipo para asegurarte de que sigan siendo relevantes y efectivos en el entorno de trabajo remoto. Realiza ajustes según sea necesario para abordar cambios en las circunstancias, la carga de trabajo o la composición del equipo.
Fomentar la colaboración y la flexibilidad: Promueve una cultura de colaboración y flexibilidad donde los miembros del equipo estén dispuestos a apoyarse mutuamente y adaptarse a las necesidades cambiantes del proyecto o del equipo. Facilita la comunicación abierta y el intercambio de responsabilidades para garantizar que todos contribuyan al éxito general del equipo.